Pues nada, parece que seguimos vivos pese a quien le pese. La eliminación de cuartos del equipo del pijama de rayas parece que ha caído como un jarro de agua fría en las sucias jetas de todos los que nos odian.
Además los suicidas de nuestro equipo que querían lapidar a Carletto ahora le adoran por su estrategia futbolística ante el del peinado hortera y se suman a nosotros los creyentes.
Lo que nadie tiene que olvidar que el Real Madrid será la pesadilla, ya que hemos conseguido otro año más llegar a semifinales a tan sólo tres partidos de conseguir la orejona por segunda vez consecutiva y con alguna opción en liga, eso incómoda a muchos.
Puede que no ganemos nada, pero al menos a estas alturas podemos mirar por encima del hombro a muchos de nuestros enemigos, aunque pensándolo fríamente estas mismas palabras las escribí el año pasado y mirar como levantamos la DÉCIMA ante un equipo sin títulos europeos de verdad.
Carpe Diem se suele decir ante estos casos, pues eso aprovechar el momento y el resurgir del Real cual Ave Fénix que se acerca y que con oficio y ganas nos lleve a Berlín en una final en la que ojalá no esté el otro equipo español, de cuyo nombre no quiero acordarme.
HALA MADRID