Supongo que como a mí, la temporada pasada os dejó una extraña sensación de castigo desproporcionado, en el cual el aficionado es el que paga siempre los platos rotos.
Sin ánimo de abrir viejas heridas ni inherentes debates, mi sana y única intención no es otra que
escribir del presente y futuro de mi gran pasión; El Real Madrid.
La plantilla de nuestro real para la siguiente campaña pinta bien. Siempre comparo las expectativas de una nueva temporada con el principio de curso en el colegio, todo es ilusión y buenos propósitos, esperemos que con premio al final del año académico.
Fichajes este año son de todo tipo; nuevos, hijos pródigos que vuelven a la parroquia blanca, políticamente incorrectos, anti-madridistas.. etc, esperemos que el nuevo entrenador sepa transmitir la esencia del club mas importante de la historia y que cambien su actitud para con este gran club y defiendan sus colores como auténticos guerreros, por mi parte antepongo la profesionalidad al teatro.
Supongo que conocéis mi lengua viperina en este blog, no me caso con nadie y siempre tengo un palito, para el eterno rival y ( falto de buen gusto en su equipación por cierto) los de la ciudad condal.
Esos si que saben de negocios deportivos, el gran Villa vendido a los que acampan al lado del río por una mísera cifra, el caracaballo por una pasta con el 100% de los derechos de imagen para el jugador, un entrenador que no conoce ni el Tato...Luego era el Madrid el que resultaba obsceno pagar 94 millones por el MEJOR jugador del mundo...
Sigo esperando las declaraciones del arzobispo de Barcelona que criticaba los "dispendios descomunales" del Real Madrid, vaya demagogo.
De momento como no está cerrada totalmente la plantilla, esperemos con impaciencia el fichaje estrella de este verano que no sería otro que Gareth Bale, aunque con una frase muy recurrente en el gran vocablo español...Dejen salir antes de entrar.
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